1. Llega a casa con ropa deteriorada, falta de material, heridas...
2. Busca excusas para no ir a clase.
3. Evita la relación con sus compañeros.
4. No quiere ir a fiestas de cumpleaños, excursiones, salidas
escolares ...
5. Se aísla en su habitación.
6. Llora con facilidad sin motivo aparente.
7. Tiene vómitos y náuseas por la mañana.
8. Nos dice que «no valemos para nada».
9. Se muerde las uñas.
10. Tiene miedo a ir al colegio.
11. Está nervioso e intranquilo.
12. Relata situaciones de acoso sucedidas a «otro niño».
13. Se preocupa en exceso por su seguridad o por la de los
miembros de su familia.
14. No quiere ir a clase de gimnasia.
15. Tiene ataques de rabia desproporcionados.
16. No puede contar lo que le pasa ni nombrar a su agresor.
17. Tiene una sensación de peligro inminente.
18. Tiene ansiedad o angustia y no puede concentrarse.
19. Habla de «quitarse de en medio» para resolverlo todo.
20. Le preocupa ser acusado falsamente
2. Busca excusas para no ir a clase.
3. Evita la relación con sus compañeros.
4. No quiere ir a fiestas de cumpleaños, excursiones, salidas
escolares ...
5. Se aísla en su habitación.
6. Llora con facilidad sin motivo aparente.
7. Tiene vómitos y náuseas por la mañana.
8. Nos dice que «no valemos para nada».
9. Se muerde las uñas.
10. Tiene miedo a ir al colegio.
11. Está nervioso e intranquilo.
12. Relata situaciones de acoso sucedidas a «otro niño».
13. Se preocupa en exceso por su seguridad o por la de los
miembros de su familia.
14. No quiere ir a clase de gimnasia.
15. Tiene ataques de rabia desproporcionados.
16. No puede contar lo que le pasa ni nombrar a su agresor.
17. Tiene una sensación de peligro inminente.
18. Tiene ansiedad o angustia y no puede concentrarse.
19. Habla de «quitarse de en medio» para resolverlo todo.
20. Le preocupa ser acusado falsamente
Comentarios
Tienes y debes acercarte a tu hijo, platica con él.
Relaciónate más con los amigos de tu hijo y observa qué actividades realizan.
Una vez que hallas creado un clima de comunicación y confianza con tu hijo, pregúntale el porque de su conducta.
Si comprobaste que tu hijo es un acosador, no ignores la situación porque seguramente se agravará, calmadamente busca la forma de ayudarlo.
Jamás debes usar la violencia para reparar el problema. Violencia genera violencia, ¿donde esta la solución? . Tampoco culpes a los demás por la mala conducta de tu hijo.
Nunca dejes de demostrarle amor a tu hijo, pero también debes hacerle saber que no permitirás esas conductas agresivas e intimidatorios, deja muy claro además las mediadas que se tomarán a causa de su comportamiento y en caso de que continúe de esa manera.
Cuando se detecta un caso de bullying, los padres del niño deben trabajar conjuntamente con la escuela para resolver el problema de una forma inmediata. Habla con los profesores, pídeles ayuda y escucha todas las críticas que te den sobre tu hijo. Mantente informado de como la escuela esta tratando dicho caso y los resultados que se estan obteniendo.
A través de la comunicación con tu hijo podrás darte cuenta de sus gustos y aficiones, canaliza su conducta agresiva por ese lado; si por ejemplo le gusta el futboll inscríbelo en un club deportivo, si le gusta tocar algún instrumento llévalo para que tome clases.
Crea un ambiente en tu hogar donde el chico se sienta con la confianza de manifestar sus insatisfacciones y frustraciones sin agredir . Enséñale buenos modales.
Debes enseñarle a tu hijo a reconocer sus errores y a pedir disculpas a quienes les halla hecho daño, elogia esa buenas acciones.