El acoso va generando una desesperación que destruye el espíritu y conduce a una serie de problemas que se prolongan hasta la vida adulta.
1. Consecuencias para el blanco del acoso
El constante asedio a la personalidad va debilitando la imagen que el blanco del acoso tiene de sí mismo, su confianza se debilita hasta el punto en que el sujeto se encuentra en un círculo vicioso en el cual llega a considerarse el blanco perfecto para ser acosado y deja de ver el acoso como una agresión, comienza a notarlo como consecuencia lógica de su vida.
Estas situaciones acarrean diferentes dificultades en el desarrollo de los individuos.
a) Dificultades Intrapersonales
El que sufre el acoso llega a la resignación de que poco o nada se puede hacer para remediar su situación, por lo tanto va cayendo en una depresión clínica que paulatinamente lo va llevando a un aislamiento cada vez más crítico; al estar alejado de sus pares el sujeto va perdiendo sus habilidades sociales, empeorando cada vez más su situación de soledad.
Muchos de los que han sido acosados y consecuentemente aislados en la infancia presentan estos mismos problemas en la vida adulta, generando adultos con depresión clínica, ansiedad y en el peor de los casos fobias sociales.
b) Dificultades interpersonales
Quienes sufren continuamente un acoso van perdiendo la capacidad de defenderse de manera verbal ya que el abusón normalmente es más agresivo y ocurrente que la víctima.
La situación empeora cuando el blanco del acoso es etiquetado con un “mote” específico, el sujeto es despersonalizado y humillado constantemente convirtiendo el acoso en una situación grupal donde no solo participa el que acosa sino también todos los demás que al nombrar al individuo por su apodo en lugar de su nombre se convierten, sin saberlo, en cómplices del abusivo.
c) Dificultades académicas
Un niño que vive preocupado, con ansiedad y deprimido no puede estudiar, su inteligencia se vuelca sobre cómo escapar de sus acosadores y esto consume todas sus energías. El éxito escolar muchas veces es la causa misma del acoso, los alumnos más adelantados y que tienen mayor atención por sus profesores son los primeros blancos de acoso en una comunidad académica; ese es otro de los motivos del abandono escolar ya que el niño al dejar de ser brillante deja de ser blanco de asedios.
d) Adicciones
El estrés sufrido por las víctimas de un acoso origina problemas de adicción a diferentes substancias. Durante el periodo de la adolescencia uno de los modos para hacerse respetar es justamente consumiendo diferentes substancias que otorgan pertenencia a algunos grupos de adolescentes; adicionalmente a esto, se alivia la tensión sufrida por el asedio del cual se es sujeto.
Dadas estas situaciones el factor de riesgo para caer en adicciones es muy grande y el riesgo se incrementa conforme disminuye la edad en la cual se inicia el consumo.
2. Consecuencias para el acosador
La mayoría de los acosadores tienden a confundir el miedo con el respeto, erróneamente consideran que son respetados al interior del grupo por el terror que infunden en sus compañeros; adicionalmente a esto, los abusivos son aceptados por sus compañeros de grados superiores.
El problema del abuso tiene también graves consecuencias para aquellos que son los autores del mismo. Un infante detectado como acosador antes de los siete años tiene seis veces más probabilidades de tener antecedentes penales a la edad de veinticuatro años y cinco veces más probabilidades de ser condenado por un delito mayor antes de los treinta.
a) Dificultades IntrapersonalesLa mayoría de los acosadores suelen ser coléricos, deprimidos e impulsivos; muchos de ellos padecen una depresión clínica que al no ser debidamente tratada genera un vacío emocional que el sujeto trata de llenar con conductas agresivas que le generan satisfacción temporal. Es un sujeto falto de atención, con dolor y vulnerabilidad que niega constantemente con acciones de abuso.
b) Dificultades InterpersonalesGeneralmente la depresión del abusivo lo lleva a ver conductas hostiles donde no existen, reaccionan de manera sumamente agresiva a situaciones sin importancia. Existen dos maneras bien definidas de reacción por parte de los acosadores; el primero responde con una acción agresiva de manera inmediata, el segundo prefiere esperar el momento idóneo (en el cuál no haya adultos presentes) para cometer la agresión sin el riesgo de ser detenido por un adulto.
Los abusivos tienen apatía escolar, falta de empatía con otros grupos de adolescentes y como hemos mencionado, son sujetos de una depresión clínica. En los primeros grados escolares los niños abusivos son vistos como sujetos poderosos que tiene amistad con los muchachos de grados superiores, sin embargo cuando van avanzando a grados superiores se ven relegados y dejan de tener importancia para los demás, lo que los vuelve más agresivos y comienzan a agruparse con personas afines y se generan bandas de adolescentes con conductas agresivas y delictivas.
Cuando estos grupos son influidos por alguna ideología racista se convierten en grupos peligrosos dedicados a atacar a un grupo social determinado (mujeres, homosexuales, latinos, negros, etc.)
c) Dificultades académicas, vocacionales y profesionalesLos abusivos tienden a plantearse metas académicas y vocacionales menos exigentes; al paso del tiempo los logros académicos decaen de manera sensible y se asoma la posibilidad del fracaso escolar.
Los adultos que en su infancia fueron acosadores normalmente tienen expedientes académicos truncos o breves que los lleva a un estado de insatisfacción ya que no se llegaron a desarrollar plenamente, como es característico de los abusivos, tienden a culpar a factores externos de su falta de éxito por la incapacidad que tienen para reconocer sus propios errores en la toma de decisiones. El terminar en el sistema penitenciario siempre es una posibilidad dada la conducta agresiva y propensa a actitudes delictivas que presentan constantemente estos sujetos.
3. Consecuencias para los espectadores
Aquellos que son testigos de un acoso y no toman ninguna determinación sufren también una serie de consecuencias que impactan de igual manera en su vida adulta. El espectador del acoso paulatinamente se va desensibilizando a la agresión y al sufrimiento del otro. El egoísmo y la búsqueda del bienestar individual se convierten en una constante y lo alejan tanto como a la víctima.
La exitosa inclusión social se ve en riesgo en cualquiera de los individuos en los que sufren el acoso, quienes lo comenten y aquellos que son testigos mudos de una injusticia y un abuso del que ellos pudieran ser víctimas.
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